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Recomendaciones para pacientes alérgicos
Consejos prácticos para reducir la exposición a alérgenos
Evitar el contacto con aquello que provoca la alergia es una parte fundamental del tratamiento. Aquí encontrarás recomendaciones específicas según el tipo de alérgeno, pensadas para ayudarte a convivir mejor con tu alergia en el día a día.
Alergia a ácaros del polvo
Los ácaros son uno de los desencadenantes más frecuentes de síntomas alérgicos respiratorios. Están presentes principalmente en el polvo doméstico, colchones, almohadas y tejidos.
Recomendaciones:
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Utiliza fundas antiácaros en colchones y almohadas.
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Lava la ropa de cama una vez a la semana a 60 °C.
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Evita alfombras, peluches y cortinas gruesas que acumulen polvo.
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Limpia con aspiradora que tenga filtro HEPA y utiliza trapos húmedos para evitar que el polvo se disperse.
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Ventila bien las habitaciones cada día y procura mantener la humedad lo más baja posible.
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Lava o airea la ropa que lleve meses guardada en armarios cerrados.
Alergia a pólenes
El polen es estacional, y sus niveles en el ambiente varían según la época del año y las condiciones meteorológicas. Durante la primavera o en días secos y ventosos, los síntomas pueden intensificarse.
Recomendaciones:
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Extrema las precauciones en días secos, soleados o con viento.
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Mantén las ventanas cerradas en casa y utiliza aire acondicionado siempre que sea posible.
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Evita desplazarte en bicicleta o moto. En coche, mantén las ventanas subidas.
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Usa gafas de sol y, si es necesario, mascarilla cuando salgas al exterior.
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Al regresar a casa, dúchate y cámbiate de ropa para eliminar restos de polen.
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Consulta los niveles de polen diarios para planificar tus salidas con más seguridad.
Alergia a epitelios de animales
Las proteínas presentes en la piel, saliva o caspa de algunos animales pueden desencadenar reacciones alérgicas, especialmente en personas con predisposición.
Recomendaciones:
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Si eres alérgico, lo ideal es evitar tener animales en casa.
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En caso de convivir con ellos, no permitas que entren al dormitorio ni se suban a sofás o camas.
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Báñalos y cepíllalos con frecuencia, preferiblemente fuera de casa.
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Realiza limpiezas frecuentes con aspiradora que tenga filtro HEPA y ventila bien todas las estancias.
Un último consejo
Estas pautas pueden ayudarte a reducir los síntomas alérgicos, pero no sustituyen el tratamiento médico ni las revisiones periódicas. Si tienes dudas, o si tus síntomas persisten o empeoran, no dudes en consultarme. Estoy aquí para ayudarte a mejorar tu calidad de vida.
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